viernes, 2 de febrero de 2018

El Pirineo francés


Ya estamos en temporada de esquí y tal vez estéis preguntándoos cómo organizar una buena escapada este año. Después del mal invierno que pasamos la última temporada, es posible que tengáis tanto mono como nosotros.

Como en casa no se está en ninguna parte, y por eso somos unos enamorados de las estaciones españolas: desde Cabeza de Manzaneda hasta Formigal y Sierra Nevada, el producto nacional que combina los deportes de nieve con nuestra fabulosa oferta de ocio y gastronómica para el après ski, es una apuesta ganadora. Sin embargo, para variar, os vamos a proponer una escapada al otro lado de los Pirineos, al departamento de Hautes Pyrénées, y os vamos a contar por qué.

La vertiente francesa de los Pirineos es incluso más vertical y salvaje que la española, dando lugar a valles largos y profundos que vale la pena recorrer; el paisaje es fascinante y la arquitectura y la naturaleza se combinan de una forma única, en una sucesión de pueblecitos con viviendas de arquitectura tradicional en piedra y pizarra que parecen sacados de un puzzle. Por no hablar de la casi lujuriosa abundancia de agua de la que disfruta Francia, gracias a la cual los ríos discurren anchos y caudalosos pocos kilómetros después de haber abandonado las cumbres. Una excursión por el valle de Ossau, una visita al Col d’Aubisque (que estará sin duda cerrado en invierno, aunque podremos asomarnos a la sobrecogedora carretera que lo recorre), un paseo por el circo de Gavarnie o un rato de recogimiento en Lourdes son alternativas fantásticas para un día en el que queramos quitarnos las botas porque hace malo arriba o simplemente para descansar.

Tal vez la mejor de las estaciones de esta zona sea Saint Lary-Soulan, que cuenta con más de 100 km de pistas y unas estupendas instalaciones, pero hay una gran oferta de estaciones familiares ideales para empezar a esquiar con los hijos por su abundancia de pistas de nivel fácil y medio. Baregès-La Mongie, Luz Ardiden o Gavarnie, todas ellas accesibles desde cualquier localidad de pintoresco país Toy, tienen precios competitivos y ofrecen variedad suficiente para disfrutar de unos días inolvidables.

Y por si aún no os hemos convencido, aquí os dejamos un secreto final: las vacaciones escolares en Francia no coinciden con las españolas. Para los que no os animéis en Navidad, no dejéis de hacerlo en Semana Santa: encontraréis las estaciones abiertas para vosotros solos y la nieve en buen estado a pesar de lo avanzado de la estación gracias a las muchas caras norte disponibles.

Para saber más...
El país Toy estaba tan aislado que hasta que Napoleón III no se propuso mejorar las comunicaciones que lo unían con Lourdes sus habitantes eran sensiblemente más bajitos y hablaban un dialecto peculiar. De eso hace sólo unos 150 años. Vale mucho la pena ver el puente erigido por deseo de la emperatriz a la salida de Luz Saint Sauveur hacia Gavarnie.
Si queréis una buena cena no dejéis de visitar el restaurante Les Templiers. Inolvidable manzana rellena de morcilla con Foie: http://www.restaurant-templiers-luz.com


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